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Hacia una Sociedad mas Ordenada y Organizar el Caos Metropolitaco con Orden

    Vivimos en una sociedad al límite del caos. No vamos a ser apocalípticos ni pesimistas, pero las redes sociales en las que nos movemos en algunas oportunidades tienden a la desorganización y el conflicto.

    Las grandes urbes traen las malas consecuencias del amontonamiento y la masividad.

    En este artículo analizaremos una serie de propuestas, esbozadas al azar y aun sin un plan sistemático (una suerte de brainstorming) sobre algunas consideraciones a tener en cuenta para ordenar la vida ciudadana. El punto a estudiar es la descentralización.

    Consideramos que más allá de los cientos de propuestas y planes para organizar la vida en las grandes ciudades, sería importante incorporar sobre todo dos tipos de descentralización…

    Descentralización del espacio:

    Implica distribuir las actividades diarias fuera del centro urbano. Algunas ideas son:

    – Crear polos en las afueras de las ciudades: donde se realizan las mismas actividades de la ciudad, pero externas del caos (por ejemplo una ciudad bancaria, una ciudad judicial, una ciudad de servicios, etc. todo a 60 kmts. del centro). Muchas urbes ya han implementado con éxito este tipo de planes. El problema es que a veces lleva años, por lo que se lo ve mas como algo propio de ciudades nuevas, de la que hay pocas actualmente. Ya se implementó con éxito la instalación de polos industriales, pero la sociedad del futuro tiende a ser una sociedad de servicios, y es fundamental que todos ellos se trasladen allí.

    – Crear premios y castigos: que construir en plena ciudad sea carísimo, con impuestos y gravámenes que lo hagan casi imposible. Por otra parte, que hacerlo en las afueras sea incentivado con subsidios y planes. Que se limite la especulación inmobiliaria para lograr que un terreno bien alejado sea tan valorado como uno en el centro.

    – Que el transporte público y las vías de comunicación sean excelentes para los polos de las afueras, de manera que sea mas rápido llegar a ellos que al centro. Una suerte de dirección univoca al exterior.

    – Trasladar también los principales centros politicos y aglomeradotes de personal, a las afueras. Cada ciudad de servicios del exterior, tendría un suburbio con casas bajas donde vivirían los trabajadores, que de ese modo no deberían viajar mucho a sus lugares de trabajo. Esto implica mudar la capital, la administración, las principales instituciones, etc.

    – Fomentar la realización de trámites en línea, y sistemas como Pago Fácil, etc. para que no haya que moverse para realizar ningún tramite de ningún tipo, descongestionando enormemente el plano urbano.

    – Fomentar por medio de subsidios, ayudas, campañas, etc. que cualquier actividad o trabajo que se realice por una computadora, deba realizarse desde su casa vía Internet. Modernas tecnologías como la videoconferencia lo permiten, y son tan baratos que están al alcance de todos. Por ejemplo, hace unos años en Nueva York ya mas de 4.000.000 de personas trabajaban desde sus casas. Hoy el número es mucho mayor.

    Descentralización del tiempo:

    Es horrible darse cuenta que si uno va hacia el centro urbano entre las 8 y las 10 o vuelve del mismo entre las 17 y las 19, todo está colapsado. Esto es porque en ese horario todos van o todos vuelven y se forma lo que se denomina “cuello de botella”. La solución seria la descentralización del tiempo. Esbozo aquí unas ideas al azar:

    – Las oficinas públicas deberían abrir en distintos horarios, incluso de noche. Observamos que si uno va por la ciudad a las 2 de la mañana el tráfico es excelente. Hay que organizar todo de tal manera que en vez de ir todos a la misma hora, se distribuyan a través de todo el día.

    – Habría que subsidiar e incentivar a aquellos que trabajan o hagan sus trámites por las noches, o en horarios no convencionales.

    – Habría que motivar a los empleadores a poner otros horarios de trabajo para que todo sea distinto. Ejemplo: en vez de trabajar de 8 a 18, que lo normal sea de 12 a 22, en algunas ramas o rubros, para dividir las tareas, ye n el horario convencional en otros.

    – Con los subsidios, ganaría mucho más alguien que trabaje en horarios no convencionales que uno que si lo haga, y además al empleador le convendría porque no tendría que pagar horas extras, las pagaría el estado en pos del orden común.

    En fin, las soluciones e idea son varias. El tema es ir analizando cada situación. No garantizamos el éxito absoluto de estas propuestas, y sabemos que su puesta en práctica podría llevar tiempo y dolores de cabeza, peo hasta este punto son solo sugerencias a tener en cuenta para vivir, en el futuro, en una sociedad mas ordenada…