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Neurofisiología Clínica, Papiledema, Parestesias, Potenciales evocados somatosensoriales, Ptosis palpebral, Respuesta simpática cutánea

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Compendio Médico para Neurofisiología Clínica, sintetizado y alfabetizado

1.    Papiledema
2.    Parestesias
3.    Plexo braquial
4.    Potencial de unidad motora miopático
5.    Potenciales evocados auditivos
6.    Potenciales evocados somatosensoriales
7.    Potenciales evocados visuales con damero reversible
8.    Ptosis palpebral
9.    Pupila
10.    Respuesta simpática cutánea
11.    Sedación en neurofisiología clínica
12.    Síndrome cerebeloso
13.    Síndrome de actividad muscular continua
14.    Sistema extrapiramidal
15.    Sueño, fisiología, polisomnografía y trastornos del sueño
16.    Temblor
17.    Traumatismo craneoencefálico
18.    Tumores intracraneales
19.    Vértigo

Letras P-V. Versión Año 2009
Papiledema
Algunas causas:
Anemia ferropénica.
Anticonceptivos.
Carcinomatosis meníngea.
Encefalopatía hipertensiva.
Esclerosis tuberosa.
Hipertensión intracraneal:
Algunas causas: síndrome de la vena cava superior, idiopática (+/- obesidad), craneofaringioma (niños), síndrome de Behçet, encefalopatía hipertensiva, aumento de la masa encefálica (tumores, abscesos, quistes, granulomas, edema postraumático, o exudado, o transudado), aumento de sangre (hemorragia cerebral, o subaracnoidea, hematoma extra, sub o epidural, cor pulmonale –en el caso del cor pulmonale, hay aumento de la presión yugular que implica aumento de la presión en seno longitudinal que a su vez implica disminución de reabsorción de LCR; la insuficiencia también supone una retención de dióxido de carbono que conlleva vasodilatación que también contribuye a la hipertensión-), aumento de LCR (aumento de secreción y/o disminución de reabsorción, meningitis, hemorragias, hidrocefalia obstructiva).
La hipertensión intracraneal puede causar: hipertensión sistólica y diastólica, cefalea (intensa, difusa, rebelde, nocturna, aumenta con Valsalva), vértigo, acúfenos, somnolencia, obnubilación, papiledema (rápido, por aumento de presión en la vena central de la retina; la papila abomba y se borra su perfil, pero no disminuye la agudeza visual porque el nervio óptico resiste el aumento de presión), disminución progresiva de conciencia (formación reticular), alteraciones vegetativas (vómito en escopetazo, sin náuseas, alteraciones respiratorias y cardiovasculares como Cheyne-Stokes, bradicardia, aumento o disminución de presión arterial, hiper o hipoproteinemia, etc.), náuseas.
Insuficiencia respiratoria (inquietud, irritabilidad, cefalea, convulsiones, coma, edema de papila, asterixis, encefalopatía hipercápnica).
Leucemia.
Neurosarcoidosis.
Púrpura trombótica trombocitopénica.
Sarcoidosis.
Seudotumor cerebral.
Síndrome de Addison.
Síndrome de Cushing.
Síndrome de Dandy-Walker: obstrucción congénita de los agujeros de Luschka y Magendie, con expansión del 4º ventrículo. Hidrocefalia, quiste de fosa posterior comunicado con 4º ventrículo y ausencia de vermis cerebeloso (tríada característica, pero hay variantes). Aumento progresivo del tamaño de la cabeza, venas del cuero cabelludo dilatadas, fontanela abultada, diastasis de suturas, edema de papila, bradicardia.
Síndrome de Devic.
Tetania (raro, y debido a seudotumor cerebral).
Tirotoxicosis (raro, y debido a seudotumor cerebral).
Tumor cerebral.
Parestesias