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Es muy real! pero no es para preocuparse creo salvo algunos extremos. Sino miren esta nota:
[i]Papá siempre
«La nena es muy pegada a su papá, me preocupa…», «Mi hija ya no me hace caso y siempre busca a su papá», «Mi hija ya no juega conmigo y sólo hace caso a su padre, ¿qué hago?».
Estas preguntas se escuchan con frecuencia en las consultas y cuando llegó la mamá de Ángela, fue preocupante su angustia y su enojo con la nena y con su padre.
Había que explicarle lo que sucedía, alejarla de los miedos a perder el afecto de la niña, de los celos y orientarla a estar presente de otra manera y a ser afectuosa.
Al principio cuando un niño nace, el padre suele quedar bastante excluido porque por el amamantamiento los hijos están pendientes de la madre, pero más adelante fortalecen el vínculo con su papá, sobre todo las nenas. En esta etapa suelen estar celosas de su mamá a quien no dejan acercarse a ‘su’ papá.
Pero es sólo una etapa. Y así debe ser, esto es bueno para la niña que admira a ese modelo masculino y se prepara para ser seductora con los varones. Si continúa mucho tiempo hay que empezar a preocuparse… pero no antes.
Se denomina ‘Complejo de Electra’ a la fijación afectiva de la niña en la figura del padre. Según la leyenda griega, Electra -hija de Agamenón y Clitemnestra- vengó a su padre quien fuera asesinado por Egisto, amante de Clitemnestra. Entonces, convenció a su hermano Orestes para que diera muerte a su madre y a Egisto, asesinos del padre de ambos.
Este gran amor de Electra por su padre hizo que se nombrara con este nombre a la etapa en que la niña tiene un gran amor por su papá y cela a su mamá.
La niña de bebé ama a su madre; pero luego corre su afecto hacia su padre, trata de ganar su aprobación y compite con mamá. A los papás les encanta ver cómo sus nenas los aman y los celan.
Cuando las nenas empiezan a interactuar con otras personas, familiares, cuidadores, otros niños, se dan cuenta de que son distintas que su mamá y aunque traten de imitarla, también tratan de diferenciarse de ella. La niña no quiere ser rival de su madre aunque en esta primera infancia lo parezca.
Esta etapa pasa, se supera, pero los padres deben ser cautelosos, actuar con tranquilidad, no competir (¡qué difícil!), no enojarse y sobre todo no ponerse celosos, la niña necesita el afecto de ambos y su comprensión.
Poco a poco la niña irá aceptando que mamá y papá forman una pareja y aunque busque la aprobación del padre, también será la nena de mamá.
En la etapa anterior a iniciar la escuela suele haber pesadillas y miedos, por lo tanto es importante ser cariñosos con ella, que la familia se muestre unida y, en lo posible, tengan unidad de criterios, es decir que no discutan delante de la niña qué hacer y qué no hacer.
Siempre lo mejor es que los adultos arreglen sus asuntos sin que los niños los vean y escuchen. Y que no teman: los hijos amarán a ambos padres si ason afectuosos con ellos y compartirán con cada uno cosas afines y cosas diferentes.[/i]